Mi padre ha sido siempre una gran fuente de inspiración para mi. Es de esos hombres de antes, trabajadores, y que se ilusiona cada vez que le pides ayuda e intenta solucionártelo en 0,3 segundos colocándote una bombilla o taladrándo la pared, eso si, si le pides que te enseñe tardarás 0,3 segundos en darte cuenta cómo lo ha hecho y te lo ha explicado sin que puedas saber cómo ni cuándo lo ha hecho.... Y no porqué no quiera, sino porque a él siempre le gustó poner empeño en las cosas y, cuando está en ello no hay quien le saque de la broca y el taladro....
Ayer tuve una de esas experiencias cómicas con él. Resulta que ultimamente se ha metido con la electrónica y le dio por programar el mando del garaje con la puerta de entrada al garaje y la puerta exterior de entrada al garaje....total, que el mismo mando servía para abrir tres puertas. Pues ayer me dio el mando para que viera su gran azaña y me dijo que tan sólo apretara a un botón, para sólo abrir una puerta. Dicho botón no funcionaba, fue entonces cuándo se empezó a poner nervioso y me cogió bruscamente el mando de las manos, lo miró, apretó y empezó a funcionar otra de las puertas, no paraba de moverse confundido de un lado a otro empezó a apretar otro botón y se abría otra puerta diferente a la que me había dicho, luego así durante 2 minutos, de un lado a otro controlando la puerta exterior (que se había abierto), la puerta interior que no se abría y la del medio que se empezaba a abrir, dándole al otro ya empezó a abrirse la de dentro, pero le daba a los otros y empezaban a abrirse y cerrarse las puertas exteriores e interiores...
Realmente fue un caos cómico digno de un gran espectáculo corporal y clown. Mientras tanto yo le esperaba dentro observándole ,sujetando su chaqueta y una bolsa con pan, atónita y sonriente.
miércoles, 11 de agosto de 2010
miércoles, 4 de agosto de 2010
Hoy me quedé ciega
Hoy por un instante cerré los ojos y me quedé ciega,
no veía, me puse nerviosa, no funcionaba el ordenador, el teléfono, el microondas, la nevera.
Entonces abrí los ojos y me di cuenta que no es que me hubiera quedado ciega,
sino que había vivido ciega durante un tiempo.
Gracias Unelco por dejarnos Ver con el corazón usando la electricidad del cuerpo.
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